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Hoy estaba en el supermercado y veía una señora con notorio sobrepeso, de unos 30 años, con su hijo de no más de 4 años, quien tenía sobrepeso también, sentado al frente de un carrito de mercado repleto de cajas coloridas de comida congelada, dulces, cereales, jugos de frutas, gaseosas, bolsas enormes de snacks, pan de todo tipo y embutidos, entre otros… Yo veía el carro y buscaba algún tipo de fruta o vegetal que se asomara, pero no, allí no había comida natural ni fresca, solo comida pre empacada, deliciosa y fácil de preparar; para mí eran solo cajas llenas de azúcar, aditivos químicos, colorantes y modificadores de sabores que los volverán adictos.
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Curiosamente, la madre le comentaba a su amiga que ella era una persona muy ocupada y que las comidas congeladas ya cocinadas eran su solución, porque ella solo las metía en el microondas y ya podía tener un pollo con arroz y vegetales; esto lo decía mostrándole un empaque de un almuerzo que se veía bastante provocativo y saludable porque contenía brócoli.
Esto es completamente normal en un supermercado. Lo que se hace cada vez más raro es ver un carrito como el mío, que contenga frutas, vegetales, semillas, cereales de verdad y la menor cantidad de productos procesados.
Lo sé , es difícil ser saludable en un entorno que conspira para que no lo seas.
¿Sabes qué?
Entiendo totalmente cuando me dices que empiezas y luego no puedes mantenerte comiendo sano… ¡Claro! Es lógico, si sales a la calle y todo está programado para alimentarte mal y hacerte creer que estás tomando las mejores decisiones y que si te excedes no importa, porque siempre habrá una dieta “DETOX” de 21 días que elimine todos los excesos como arte de magia.
Un mundo donde los alimentos son modificados con sabores añadidos para que te hagas adicto y quieras más, donde los vegetales y frutas orgánicas son satanizados como productos caros, aburridos y aparatosos para cocinar, imagínate tú, ¿tener que cocinarlos? ¡Qué flojera! Además escuchas cosas como “las frutas engordan”… Mientras que la chatarra es la comida más deliciosa, barata y fácil de encontrar del planeta.
Te entiendo cuando te vas por el camino rápido, repito: es mucho más fácil, barato y delicioso.
Los productores de este tipo de alimento están felices, porque tú estas actuando exactamente como ellos quieren que actúes:
“ Que comas y no pienses, y que cuando pienses, lo hagas solo en su comida”
Posiblemente estás confiada porque tú compras todo lo light, diet, sugar free, 0% grasa, etc., sin detenerte a leer que lo contienen, porque ya tienes la creencia programada de que estos productos señalados de esta manera son saludables… Es lógico porque posiblemente tú lo que quieres es bajar de peso, no tener una mejor calidad de vida.
Te voy a contar algo: estos productores de alimentos, como aman que tú no leas los ingredientes de lo que te estás comiendo, mueren de risa cuando te confunden y te lo hacen difícil para que desistas a la primera de leer las etiquetas y leas solo lo que ellos quieren que leas… Las calorías.
Son felices cuando ni te preocupas sobre cuál es la cantidad de azúcar, sodio y químicos que contiene el jugo o la galleta que le pones a tu hijo en la lonchera. Ahh, porque tú solo leíste que tiene vitamina C y además estaban en 2 x 1 en el supermercado.
Su meta mas preciada es lograr que a tus hijos los lleves por el mismo camino de tus malos hábitos, esos que les aumentan los ceros en sus cuentas bancarias, así ellos garantizan un ingreso por más años con este nuevo consumidor de comida chatarra en entrenamiento.
Que les creas todo lo que te dicen en sus publicidades… Eso de que una gaseosa te llena la vida de felicidad, que el estilo de vida de tomarte un café diario con más calorías que un helado es «cool», mientras ellos se llenan los bolsillos y tú enfermas poco a poco y mueres lentamente.
Pero tienes razón… ¿Cómo se puede competir con una hamburguesa con papas fritas que cuesta un tercio del precio de un pollo crudo, vegetales y legumbres que además tienes que llegar a casa a cocinar? Imagínate… Mejor darle unos nuggets a tu hijo, o cenarte un cereal, porque no tienes ganas ni tiempo de cocinar. Ya luego te pondrás a dieta… Y así se te pasa la vida.
Lo que no entiendo es por qué no haces algo al respecto para cambiar.
¡Ya es hora de detenerse!
Piensa en ti. Si sigues ciego o ciega ante el sistema, tú sabes cómo vas a terminar.
A ellos no les importa tu salud, solo que gastes tu dinero en lo que ellos venden.
¿Cuándo vas a empezar a ser más consciente de lo que realmente es bueno para ti y tu familia?
La flojera y apatía de hoy es la enfermedad de mañana.
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¿Por qué no puedes mantener un estilo de vida saludable? Porque estás atrapado en el sistema. ¡Sal de la trampa para ratones y empieza a abrir los ojos! Cuando entiendas el daño real que le estás haciendo a tu salud y la de tu familia, solo allí tomarás conciencia.
No esperes a estar enfermo para reflexionar. Te lo digo por experiencia.
Mi recomendación es:
- Deja la flojera y toma cartas en el asunto, haz tu compra saludable y cocina tus alimentos y los de tu familia.
- ¿Qué vas a comprar? Todo lo natural: carnes, pescados, huevos, legumbres, frutas, vegetales.
- Basa tu alimentación en productos frescos y no procesados.
- Enseña a tus hijos desde pequeños a saber elegir correctamente sus productos, a tomar agua, a evitar el azúcar, a leer y querer conocer cuáles son los ingredientes de lo que están comiendo.
- No caigas en facilismos y baratijas cuando de tu alimentación se trata.
- Investiga cuales son los aditivos que no deberias comer y sus consecuencias.
- Aprende a sustituir alimentos para que puedas disfrutar tus comidas saludables con el mejor sabor.
Todo lo que hagas para aprender a conocer qué colocas en tu plato será una ventaja para ti, te lo aseguro.
La última decisión siempre será tuya, ¡no lo olvides!
Quisiera leer tus comentarios sobre este tema, ¿crees que te dejas influenciar por tu entorno? ¿Qué tan indispensable es para ti conocer los ingredientes de tus alimentos?
Besos,
Lily
#RecetasLily #reflexión
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